Por puro placer

martes, 9 de marzo de 2010

Bachelet: El junco que se dobla, pero siempre sigue en pie.



84% de aprobación popular.
84 por ciento.

Un terremoto y maremoto que dejó al descubierto falencias graves no sólo a nivel estructural, sino organizacional.
Errores. Muchos errores.

Bachelet, como la cara y persona representante del gobierno debería sentir (o resentir) esos errores -y su responsabilidad-
Errores. Todo el tiempo.

Implementación del Transantiago, Patio 29 y la mala identificación de cuerpos. Estallidos sociales como las protestas estudiantiles y huelgas prolongadas de muchos gremios. Desastres naturales que costaron vidas la mayoría de las veces por malas decisiones. Crisis económica. Muerte, inoperancia y decadencia.

Vergüenza. Robo y mentira.

Si no viviste en Chile estos cuatro años de administración y no seguiste al detalle estos hechos, poco es lo que debes entender. Políticamente (y espero que alguien me lo discuta) deben haber sido los 1460 días más patéticos no sólo de la era Concertacionista, sino que de muchas otras administaciones de vía democrática (incomparable nunca a la dictadura, otro tema). Asistimos a diario de lo peor que la confianza en otros -el poder cedido- puede provocar.
Mal. Muy Mal

Insisto. Bachelet, como la cara y persona representante del gobierno, debería sentir (o resentir) esos errores -y su responsabilidad-

¿Cómo se explica ese 84%? ¿Por qué no nos disgusta Bachelet? ¿Mal quizá nosotros, alma de chaqueteo, adn de pesimismo?

Personalmente, nunca me gustó Bachelet para Presidenta. No militaba con su poca marcialidad del cargo, su escaso roce de poder político visible e invisible o la falta de palabras precisas para multitudes perdidas carentes de un líder.

Pero la gorda nos ganó. Me ganó. En todo el sentido del término. Ya lo debía saber, cuando me tocó estar con ella y sentir que no era magna sino sencilla y cercana. Que supo reírse, enojarse y callar. Atinar con las palabras y salir a caminar. A mezclarse con los suyos, que nunca fueron tan parecidos a ella. Bailar sin hacer el ridículo, sino disfrutar con hacerlo. Raro. Tan raro que es notable y querible. Admirable. Un 84%.

Bachelet, con toda su forma de gobernar, podía estar sentada como el público de autoridades mientras se lleva a cabo un acto oficial -Ese serio y bien vestido público. parco, pero sonriente- y estar detrás de las vallas papales con la señora que lleva más de dos horas al sol esperando ver algo. Ahí, donde salen los comentarios más sabrosos, con los que demoran una hora o más en llegar a sus casas. El de a pie, el popular.

¿Qué hay en eso? Que la gordi (ojo, puedo escribir gordi y todos entenderemos que hay cariño) demostró que a veces las ganas y la buena voluntad si son dividendos. Que se puede gobernar siendo mamá (protección social, énfasis en la educación en la primera infancia) y no papá (Voz fuerte y dando pauta, siendo duro muy duro). Con buena onda, no como una zorra calculadora y maquiavélica.

Quizá la política, los que están ahí décadas o más, hicieron que todo esto oliera y se viera asqueroso. Y ella lo sabe. Lo supo. Pero -Y esto es lo notable- asumió su rol, su papel, dio la cara y perdonó a quienes le dieron lo peor por estar en ese sillón tan querido en ese edificio tan importante en un mal momento. Perdonó y se puso de pie, "como el junco",

Como hace 30 años y más.

Pero el junco carece de contenido interno y siempre será reemplazado por un material sólido de estructura confiable.

Mis respetos y cariños como persona, como madre, mujer y su ejercicio del poder distinto. Mis reparos y críticas como política, como estratega y líder.

Ahí se va, cantando y bailando, en la tele con Don Francis ante miles de personas viéndola. No ha dormido bien y ha trabajando como nadie. Se va y no la olvidaremos. Bachelet en pleno, Bachelet todo el rato. Bachelet Style.

Les recuerdo, que acaba de pasar un terremoto con maremoto. Nos recordó, entre otras cosas que ninguna estructura -de cualquier tipo- es confiable.

¿Será quizá ésta verdadera nueva forma de gobernar?

Escucho: Reírse a Julia Roberts en La Boda de mi mejor amigo. Cosa más linda.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Amigazo, mi comentario era tan largo que opté por armar una entrada en mi blog. He aquí el link http://gabrielchacon.wordpress.com/2010/03/10/el-fin-de-la-era-bachelet/

Saludos!

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