Por puro placer

domingo, 18 de mayo de 2008

Robar canciones


-¿Y si tuvieras que explicármelo con una canción?.
- Comatose, de Depeche Mode.
-No la cacho.

De eso ya ha pasado un buen tiempo y lo cierto es que Comatose, pasó a engrosar la lista de Soundtrack de 2007 por ahí en el verano viajado en auto. El tema, que era muy de Andrea Ortiz pasó a ser mío exclusivo al punto de dejarlo plasmado en la memoria musical de un año. ¿Cómo tan ladrón?. Para ella era su tema, la forma de expresar algo, darlo a entender, pero ahora que veo algunos playlist en el Itunes, me doy cuenta que algo más de Graham le he robado a la chica de los hurones. Home, también de ella, está en mis listas y hurtados han sido varios.

Emilio y el Disco Blanco de los Beatles (el nº1); un ex compañero de la productora y Yes en su disco debut con el cover de every little thing; Rich y Leito Quinteros luego de algunas tocatas (Andes Empire, temón, terminó siendo su sello al final), Pulp de Pelao, que fue lo único que le robé a descaro literal porque pasaron años para que le devolviera el Different Class a su asombro de que nunca supo que lo tenía; y la lista sigue, con el asombro de que es muy larga.

Es distinto cuando alguien te manda algo. Te habla de un grupo o solista y te promete música; te graba canciones o simplemente uno escucha un tema o disco que te llama la atención en una película, tocata o la radio (ya muy poco los canales de música MTV) y va a buscarlo. Acá la cosa es distinta. birlar por curiosidad cuando otro habla de eso o lo escucha y hace mención de que es importante y uno, se hace el indiferente cuando en verdad muere o registra en silencio, lo que está escuchando. Ahora, si es agrado de oyente, se queda haciendo público o no el 'descubrimiento'.

Pocas veces me han declarado robos de canciones. Recuerdo Across the Universe porque no habían escuchado la versión de la Fionna Apple; Gepe o Kevin Johansen mis amigos salceros y me atrevería a sospechar de mi hermana con Placebo, aunque ella misma no lo sepa.

Yo no había hecho click con la idea porque me confieso un tipo que anda con el oído atento a encontrar música que me guste, a modo de protagonista en mis relatos internos, la que me mueva a guitarrear en el aire o te haga mover los pies y el cuerpo en tierra o incluso, en bicicleta, como pasó el sábado con I need you love, de The Rapture, que ahora que lo recuerdo se los robé a una niña de 15 años que no le gustaba participar en las coreografías tipo Almodóvar del taller de costura en el estadio nacional, pese a tener un nombre muy del estilo Manchesco: Lolita.


Escucho: Cowboys de Portishead, en su versión en vivo para el disco hecho con la orquesta de Roseland NYC y que... sorpresa, se lo robé a una prima.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

jajaja, si esa fue tu respuesta "no la cacho"
es espectacular esa canción, aunque uno no sepa inglés ni lo que dice la melodía habla por si sola, es algo etéreo pero a la vez tangible...qué cuático
jajaja

besos, estamos al habla para juntarnos


bye

Chissock dijo...

Yo le robé The Strokes a una mujer muy cercana :P

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