
Cuando creo que todo va muy mal
o el cansancio de mis pasos se demuestra no sólo en mi mirada
sino en mis manos o en mi forma de pararme;
Suena "Non, je ne regrette rien".
Siempre sentí que ese tema tenía una especie de estirpe humana en su letra
Yo no sé nada de Francés, pero cada vez que lo buscaba, parecía crecer
y caminar con un garbo insolente por las sucias veredad de la ciudad que a veces
a uno lo golpean hasta dejarlo en el suelo.
Le dije a Mr. Seemann si se animaba a ir a ver la biografía de la Piaf cerquita de su casa.
En una sala repleta de adultos mayores, el vamos de la letra de La vie en Rose impacta con la frágil figura del gorrión parisino que se desploma en una nota. La vida y los amores de una mujer que personalmente me ha emocionado desde que llegó a mis oídos. Hay buenas imágenes de escucharla en el auto por un invernal Parque Forestal o simplemente solo en la noche. La Môme está arrastrando las erres como sólo ella sabe, dando lírica al dolor, la pena, la soledad, la risa y el amor de un mundo que está en una constante batalla.
Sin grandes aspiraciones (pero con una gran actuación de Marion Cotillar, la también esposa francesa del periodista en Big Fish) La Vie en Rose tiene un necesario vuelco poco antes que el telón cubra el escenario; sin esa ventana de imágenes negadas, la película sería una novelada historia llevada al cine. Encanta porque sales a la calle y las historias se te pegan como la melodía clásica de la Piaf. Sin ir más lejos, apareció una que hizo recordar que el dolor y la pena son casi siempre las únicas palabras que suele manifestar el silencio.
1 comentario:
Noo, yo le amo a ella. Bueno, solo la he visto ahí creo. De todas formas, muy buena la caracterización, jamás se me había pasado por la mente que podía ser ella.
Publicar un comentario