Por puro placer

domingo, 6 de noviembre de 2005

Chago Calling: Lo que pasó, pasó

El resumen de hechos y situaciones que me han sucedido en estas últimas semanas y que por tiempo y ganas no me decidí a postear.



No soy yo,
eres tú:
Trabajando en el ministerio bajo el régimen de "escritorios calientes", ha llegado un mail esperado. La sorpresa se diluye en una serie de apreciaciones que manchan los buenos recuerdos que rescaté y se funden en hipótesis de escolar de tercero básico. Creo que alguien está leyendo entre líneas con los anteojos equivocados. Todo lo que entiendes o piensas está más lejano que el origen de tus palabras. Al parecer, alguien no ha hecho correctamente el ejercicio necesario del olvido, fundamental a esta edad, donde las oportunidades abundan (pero desconozco qué pasa con ellas). Volver a lo pasado como base del presente, es a mi modo de pensar, faltarle al respeto a lo posterior, que es tan importante para la creación de estas ideas y en este espacio como lo fueron alguna vez otras anécdotas, obiamente importantes, pero al fin y al cabo, pasadas. Yo también tuve una vida después y me reí tanto hasta el punto de llorar. Es más, para donde iba todo eso, es hacia donde quiero llegar ahora. Hoy, escribo y pienso sobre otras ideas, sobre otras historias, ignoradas leo, por tus ojos. En síntesis: No soy yo, eres tú.



Zero Glamour: Y pasando a otro tema, las prácticas me han hecho plantearme la vida de otra forma. Que el periodismo escrito carece de glamour y que uno sí se chorea de los temas que escribe. Sumando experiencias, extrañé la calidez de mis compañeros del sexto piso y sufrí el rigor de no fallar para ser útil en el futuro. De tardes cálidas escuchando rock y guitarras pasé a hablar toda una tarde con parlamentarios como nunca en mi vida. Hasta me creí el cuento del "audaz periodista" del que habla Cachureos, pero ya en el final, la fe se me fue en una nota que por más que hubiese logrado sacarle la cuña más comprometedora a mi entrevistado, no iba a salir. Lo cierto es que de lo bueno y lo malo, algo se saca. La experiencia, revancha, se ganan amigos, se descubren otros. También, se extraña lo que no se tiene o se valora la cotidaneidad de la que se ha reprimido. El síndrome de las vacaciones; ya en ellas, sólo se piensa en volver.



No se escucha (ni se lee). Debería sonar un tema histórico ( el mismo que ha sonado cada vez que todo termina), pero ni siquiera eso. No me molesta, porque la distancia en este caso, ha jugado de traicionera y amiga. No sé que es lo que vaya a suceder, si finaliza como dios manda o lo dejamos a la deriba del viento, y que alguna vez sea material del recuerdo como otras historias que se quedaron en el borrador sin título. Mejor lo explica Cerati, que me a veces, sabe decir las cosas mejor que yo. "Yo sé muy bien, Jamás me entendiste, y no lo prentendo".


Escucho: Colores Santos del disco Colores Santos de Cerati y Melero.

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