
No soy yo,
eres tú:
Trabajando en el ministerio bajo el régimen de "escritorios calientes", ha llegado un mail esperado. La sorpresa se diluye en una serie de apreciaciones que manchan los buenos recuerdos que rescaté y se funden en hipótesis de escolar de tercero básico. Creo que alguien está leyendo entre líneas con los anteojos equivocados. Todo lo que entiendes o piensas está más lejano que el origen de tus palabras. Al parecer, alguien no ha hecho correctamente el ejercicio necesario del olvido, fundamental a esta edad, donde las oportunidades abundan (pero desconozco qué pasa con ellas). Volver a lo pasado como base del presente, es a mi modo de pensar, faltarle al respeto a lo posterior, que es tan importante para la creación de estas ideas y en este espacio como lo fueron alguna vez otras anécdotas, obiamente importantes, pero al fin y al cabo, pasadas. Yo también tuve una vida después y me reí tanto hasta el punto de llorar. Es más, para donde iba todo eso, es hacia donde quiero llegar ahora. Hoy, escribo y pienso sobre otras ideas, sobre otras historias, ignoradas leo, por tus ojos. En síntesis: No soy yo, eres tú.


No se escucha (ni se lee). Debería sonar un tema histórico ( el mismo que ha sonado cada vez que todo termina), pero ni siquiera eso. No me molesta, porque la distancia en este caso, ha jugado de traicionera y amiga. No sé que es lo que vaya a suceder, si finaliza como dios manda o lo dejamos a la deriba del viento, y que alguna vez sea material del recuerdo como otras historias que se quedaron en el borrador sin título. Mejor lo explica Cerati, que me a veces, sabe decir las cosas mejor que yo. "Yo sé muy bien, Jamás me entendiste, y no lo prentendo".
Escucho: Colores Santos del disco Colores Santos de Cerati y Melero.
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