Por puro placer

martes, 8 de noviembre de 2005

Y qué


Dichos a la prensa, cartas al director, editoriales candentes, notas aparte, discusiones a media clase, mails maliciosos. La historia, esa misma que Cuadra enseña en sus clases, se cansa de hablar sobre la pugna de poder entre dominados y dominantes. Hoy, ante las informaciones aparecidas a la prensa, empiezo a creer que muchos, en especial, estudiantes con ganas de vivir emociones que al entrar a esta institución acordaron omitir, se expresan bajo esa premisa. ¿O es que acaso alguien maneja el detalle técnico y moral de una discusión con sabor a vendetta en común acuerdo?.

No quiero con esto ponerme esta vez de lado del poder, ni menoscabar la calidad y el peso de las discusiones dentro de la universidad. Nada más alejado que eso, sino que creo que la condena hacia Francisco Javier Cuadra, el ex ministro de Pinochet y hoy rector de la UDP, ya se hizo en la conciencia de quienes entendieron que no tuvo la altura humana de aclarar su participación activa en los años en que su figura, amparada por el miedo cotidiano, era parte de la época turbia de la dictadura; la de los secuestros a media noche y las torturas selectivas. Sólo que ahora, bajo la tendencia de manifestación explícita, se quiere hacer pública, con megáfono y firmada. Que quede claro.

Cuadra, que de asesor de imagen llegó a ser rector, vive el desprecio público desde su escritorio gracias a los mismos mecanismos por los que posiblemente su ocio intelectual, suele saciarse: los escritos. Opiniones de prensa en momentos inoportunos, como toda opinión de prensa para el hombre importante, dejaron la puerta abierta para que los que desean por fin condenar a los civiles del régimen, hayan encontrado al personaje símbolo. Contra el poder aplastante o la conciencia “manchada”, las armas de una universidad se despliegan como se ha visto en éstos días. Incluso, el mismo rector cuestionado ya hizo su movimiento estratégico, apelando al consejo directivo a velar por el bien de la institución, la inocencia de todo imputado hasta que se demuestre lo contrario y la idea de acordar un mecanismo futuro para estas situaciones.

Pero la verdad, es que la dificultad que todos esperan, enfrente Cuadra en los tribunales pienso, con ánimo de lunes por la mañana, le será favorable. Sólo quedará en el recuerdo de las retinas nacientes de los estudiantes de la UDP, que sí se puede hacer algo, aunque sea gritarle un garabato al rector de turno, antes, por platas excesivas, ahora por dichos y participación. Y no va a suceder nada. Lo creo, ya ha pasado. Será , espero no en mi fuero de humanista, en vano. Pues todos seguiremos más preocupados de las notas finales o del término de semestre. Es, al fin y al cabo, lo que también todos hemos ayudado a construir. En el tiempo en que Cuadra, Francisco Javier Cuadra, fue rector.
Y qué.
Ya cayó.

1 comentario:

Emilio dijo...

MMM bueno Jaime, supongo que refleja el sentir de todos...en mi blog algo puse, solo espero que este weon se vaya, de verdad da verguenza tener a un tipo de esta calaña como rector de la universidad...y más encima descarado, bueno al igual que aquellos que formaron parte de esos oscuros 17 años de la historia nacional, que caiga no más, si tenemos que ponerle canciones de Sol y Lluvia lo haremos jaja, saludos

Alguna vez fueron portada

Seguidores