Por puro placer

miércoles, 18 de junio de 2008

¿Y por qué se grita, se corre y se lucha?


Las constantes manifestaciones que hace ya casi un mes realizan algunos estudiantes de enseñanza media y universitaria, logra para muchos rememorar el efecto que tuvieron las mismas hace ya casi dos años atrás en el primer año de gobierno de Bachelet. Las imágenes de escolares marchando con pancartas en las que se solicitaba la derrogación de la Ley Orgánica Constitucional de Educación en el 2006 hoy tienen su par en otros actores, quizá los que vivieron de forma más pasiva aquella "histórica" movilización social que entre sus mayores logros, fue instaurar el debate sobre calidad de enseñanza y lo que se quiere para mejorarla desde todos los sectores. Nunca la caída de dos ministros, entre ellos, el vice-presidente; un general de Carabineros, tomas en casi todos los colegios, adhesión de instituciones históricas como las Universidades Privadas y la sensación generalizada que a ciento veinte días de una nueva administración en La Moneda, éste era y sería el peor gobierno de la historia neo-democrática chilena.

Hoy, en las pantallas de diversa índole, podemos ver a adolescentes y otros no tanto huir del chorro del "Guanaco" y de los gases lacrimógenos, portando letreros en los que se alcanza a leer NO A LA LGE (Ley General de Educación), norma que precisamente en este instante se discute en el congreso y que fue la respuesta del ejecutivo posterior al acuerdo entre diversos actores sociales producto del descontento estudiantil y social de aquella época. Fruto de las mentadas comisiones que el gobierno tiene como estandarte de trabajo y que se selló con un apretón de manos que sorprendió tanto a sus protagonistas (la derecha aún no se lo cree) como a la opinión pública.

Sin embargo hay diferencias que vale la pena precisar y que marcan la brecha tanto en demandas como en forma en relación a las anteriores movilizaciones. La primera es la ascéfala forma en que los estudiantes enfrentan el conflicto ya sea en las calles, frente a las autoridades y la prensa. Si bien el 2006, existían las caras visibles de estudiantes de diversas posturas pero con un objetivo en común; hoy desafío a alguien que me diga al menos dos nombres de los dirigentes que protagonizan las tomas y protestas que en forma más interrumpida que constante (van y vuelven) se han instalado en las casas de estudio, lo que ha dado como resultado, una aproximación mayor de líderes desde las universidades mal llamadas "tradicionales" lo que por algunos momentos confunde la demanda en algo más universitario que educacional completo. Incluso, algo así como si pingüinos a las calles con piedras y policía, mientras que los de las Ues van al díálogo presionando con toma de planteles y marchas, discutiendo sus demandas internas, algunas alejadas de la realidas en conjunto (mejores baños e Internet inalámbrico, se discute en algún plantel privado)

Lo otro es el "campo de batalla". Si lo asombroso del movimiento del 2006 eran la seguidilla y adhesión de la causa, o las protestas a cualquier hora (incluso en la tarde noche, cuando la gente salía de sus trabajos o el comercio comenzaba a cerrar) lo que se vive hoy es la extraña imagen del Guanaco en.... Tobalaba con Providencia con Sanhattan de fondo y las cabezas de los oficinistas del área privada mirando todo en reemplazo de los tradicionales funcionarios públicos y la Alameda tanto en Plaza Italia como Los Héroes o frente a la casa de bello. Eso es un logro, no porque yo quiera que todos sufran lo mismo que nos sucede a los que vivimos en el centro, sino que la buena forma de democratizar las demandas (pese a que se sabe que la Intedencia ya casi no autoriza las marchas en el centro y en voz propia de los estudiantes "arriba, los pacos son menos duros y te pegan menos")

En síntesis, si hay que entrar en comparaciones, estas protestas más se asemejan al Mochilazo del 2001 que a la Revolución Pingüina de hace exactos dos años. Con una ministra muy poco acostumbrada a lidiar políticamente, tal como le sucedió a Mariana Alywin y que a su suerte, no se ha ganado el "odio" de sus antesesores (como Zilic o los inicios de Bitar, al igual que Provoste, quizá la más respetada por su perfil) y con ausencia de líderes que no sorprenden con la labia y claridad de objetivos, sino que en sus nerviosismo e incomodidad con las preguntas, dejan en evidencia que ni ellos saben por qué están ahí (no al lucro que incluye la LGE otros abogan por el fortalecimiento de la educación pública y los más radicales por una educación gratuita y mejor) esta protesta, terminará mutando en nada más que la oportunidad de manifestar la rabia adolescente que se tiene o, a su manera, una oportunidad de oro para "apropiarse" de la revuelta por parte de otros grupos de presión (como el Colegio de Profesores, Contratistas de Codelco, Gremios de la Salud Pública) en año de elecciones municipales.

Todo, a un año y medio del fin del Gobierno de Bachelet.

Escucho: Lo que quieres de Los Tres, del disco La Sangre en el Cuerpo de 1999, en pleno café literario de Bustamante, en Provi helada.


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