FUERTE (o intenso)

De espalda, sólo se ve la silueta de la sombra que se proyecta por la luz de la sala.

Es 2008 y la imagen que nublaba las caminatas eternas bajo la pena y el olvido, hoy es tangible.

Olores, rostros, pasos y ese maldito miedo a la incertidumbre. Tan dañiño, tan malditamente adictivo. Como si la vida se acabara en algún instante del día y lo que sigue es sólo los intentos desesperados por hacer digno el último momento, con gestos que rayan en lo arriesgado y mortal.

Lo que sigue es un cúmulo de historias que irán forjando una vida que teme a las responsabilidades y que de una vez por todas debe asentar un rumbo. Como despertar o dormir en el mismo lugar.

Claro que era uno de los temores. Contra ese se va luchando, con sonrisas, jugadas de humildad y acciones que demuestran que el dolor ha surtido efecto.

Hoy ya no hay un gran enemigo que veleidoso, ha querido restarte de sus conocimientos, sino un ser que tal como tu, se está buscando y construyendo a través del ensayo y error. Cuesta Asumirlo.

"Que más quisiera que estuvieras acá conmigo" dice mientras se marcha. Pero la realidad es otra y las palabras al ritmo de los pasos esperan al menos una verdad que sincronice algo más que las miradas en una tarde.

¿Volverá a mirar el horizonte y no sentir ese dejo de saber que mañana, así como ayer, podría ir y no regresar?


Escucho: Modern Inventions de The Submarines.