
PUTA LA WEA!
POR LA CHUCHA!.
Quién más que yo quisiera escribir; luego de tantos meses de ausencia de real contenido, un post sobre el periodismo, la política, el cambio de mando, mi nueva vida en vacaciones o sobre lo bellos momentos que se viven al interior de mi familia luego de meses de oscuridad
(es una estúpida contradicción, pero es eso al fin y al cabo)
Y es que acabo de terminar, otra vez, algo que nunca empezó.
Anna, bella, perfecta, delgada de hombros estrechos, risueña, y dispuesta a escuchar y saber tanto como sus clases de Enología, me ha dicho que lo de anoche, el habernos embriagado y el ponernos más cariñosos que aquella vez que nos vimos en la casa central de la Chile, no le ha parecido, que tiene un novio y que esto no puede pasar a juicio de ella, de una "bella amistad"
La hermosa finlandesa de ojos claros y español madrileño, se despide muy asombrada, por su mirada de mí, destacando en su beso de despedida una frialdad digna de su gélida patria.
ella, bella aún (y no dudo, por muchas décadas más) ha optado por acordarse de lo bueno que fue y aspirar a eso.
lata
No pude mentirle.
Le dije que no podía seguir junto a ella sin pensar en tomarle la mano, abrazarla ahora que comienza a cambiar el clima o sólo mirala mientras se ríe o me cuenta algo. Sé que ella se irá y pudo ser peor, o que yo me cansara y ella quedara mal por culpa de mi caprichosa inseguridad, pero lo que vi hoy mientras se alejaba Anna hasta el ascensor, me dio para pensar, en el pedaleo a casa, que no es la primera vez en meses en que no avanzo en una relación.
recapitulando.
El 25 de diciembre y mientras comíamos un algodón como en las películas, le digo a la andrea de los ángeles que alguna vez me gustó mucho, al punto de hacer todo más agradable con su presencia y que al decirlo, no aspiro a nada, sólo que siento que es una buena época para decir las cosas. Tampoco puedo mentirle al decirle que aún me pasan cosas.
Ella, sólo atina a interrumpir mi discurso cargado de la verdad más pura en años que sale de mi boca, con una extraña negativa de formar algo en un futuro no muy lejano, cosa no tratada en mi auténtica declaración de principios, y nos vamos discutiendo hasta el Metro sobre eso.
No entiende que lo mejor, creo yo, es cortar relaciones, pues es sano, y ella se aflige con esa lacónica medida. Me hace sentir medio mal y el que se aflige ahora soy yo. Seguimos hablando estos días, pero la magia obviamente se ha perdido por culpa del tiempo... y las palabras.
o lo que pasó en julio triste.
Otra mujer que conozcí, guapa y curiosa, me da el espacio para pensar en que serán unos bellos días los que se avecinan.
Coqueta, la Paci me envía besos electrónicos y monitos que se mueven con frases del tipo "I love You". Uno que lleva tiempo, se emociona y ya juega con la respuesta de poemas de Borges o canciones de Silvio Rodríguez adecuadas para la ocación. Pero nada, prefiere arreglar las cosas con su novio y dejar esto hasta acá. Hoy me ha vuelto a admitir y aún no me da una conviencente respuesta de por qué lo hizo siendo que fui explícito aquella vez en decirle que nada más que hablar hasta que ella sientiera que el amigo no fuera, precisamente, el adjetivo que primara al acordarse de mí.
Es raro, pero si bien, a esto uno lo hace cada vez más fuerte la vez que nuevamente vuelve a suceder, también sienta precedente para reflexionar sobre lo que está pasando conmigo o cómo estoy llevando esto. Si soy muy grave o muy ligth.
Se lee como si fuese un pobre tipo desesperado por una novia que lo quiera por años, pero es sólo cosa de pasarla bien y reírse un rato. Es sólo eso.
¿Cuesta tanto explicarlo?
ya van dos años.
Amenizados por besos con sabor a piscola y de rostros sin nombre.
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