Diplomático

A mí me debería contratar el Ministerio de RR. EE.
Es que no puede ser.


Salí del diario medio perdido. Había visto una escena predecible, pero mortal y que en cierto modo me chocó más que me alegró, por lo que camino a casa iba cavilando la inexplicable información que había recopilado al escabullirme medio incógnito entre las salas de redacción. (igual alguien de la sección me vio, pero le pedí silencio).

Bajando por Vicuña, pasado el Home Center, se me ocurre que la "mejor" foma de perderme es hablando de nada y de todo con un café en Lastarria, por lo que me la jugué nuevamente por llamar a la cada vez lejana Anna, quien con su voz dura, me decía que el cansancio la mataba y que como los martes le tocan clases de enología, era mejor leer antes y descanzar. Una Olímpica corrida, pero aunque la necesitaba como nunca, estaba dentro de mis cálculos, los menos optimistas, el que no saliera.

Llego a Coquimbo con Vicuña y comienzo a bajar. Rara la ruta, raro el paisaje , rara la gente. Incluso, al llegar a Portugal, rauda, se cruza por la otra vereda, contra el tráfico, una rubia atlética de rasta. Rajada, la mina iba acaparando las miradas de todos por su rapidez y su desplante. Doblo y en la otra vereda sigo yo. cruzo para quedarme detrás de ella antes de llegar a 10 de Julio y la paso a pedaleo normal. Semásforo en rojo, ella frena al lado mío y de habla:

- Qué hermosa bicicleta tienes!, es muy bella.

Mierda.
Otra vez!!!
Jajajajaja

Se llama Ingunn y es de... Noruega. Estudia en la Chile Ad. Pública y se ve más joven y menos preocupada que la Anna. A sus 23 años y luego de compartir un jugo de pera y yo de Melón Tuna, la Ingunn se desdice entre risas y un español con garabatos chilenos que le suenan divertidos, demostrando que representa al estereotipo del estudiante que viene a descarrilarse a Sudamérica. Hace dos semanas que se compró la bici usada y goza como si no hubiera andado nunca. Le gusta ir al túnel y chupar Escudo con sus otros amigos nórdicos con quienes comparte un piso en Merced, en el que piensan pintar antes de una semana, un mapa del mundo a su manera.

Creo que nunca fui más distante y más periodista con una mina, pero, al revés de lo que imaginaba, ella me pidió el cel al toque y se comprometió a una cena o salida antes que entre oficialmente a clases.

De físico, la Anna es insuperable, pero cuando la Ingunn se paró a recibir una rosa de la dueña del local, mi antigua jefa, el pelo rasta medio rubio cedió a la gravedad y con un sweter ajustado, ganó puntos.
bien por eso.

También, y cuando íbamos camino al café, me hizo reír por sus preguntas de vereda a vereda. Anda en Bici como si viviera y conociera el tráfico de años.

Lo cierto es que luego de la despedida, me dieron ganas de hacer locuras, como comprar esos libros que simpre ojeaba en metales pesados o relajarme aún más que lo que lo he hecho hasta ahora.

Como si hubiese sabido siempre que las oportunidades son únicas.

Escucho: Strange Currencies de R.E.M. del discazo Monster. Alegre de recuperar mi música, perdida hace casi ya un mes.