
bye
...es que quiero irme de mi casa.
La frase la he masticado hace algún tiempo y hoy, particularmente ha salido al ruedo de mis deseos cada vez que alguien de mi familia alza un poco la voz o golpea mi puerta. Es terrible. Ya no soporto sus discusiones o la música en la cocina (maldita fue la hora de regalarle una radio a mi madre) de verdad que sus "encargos" me incomodan y por mi que en los espacios comunes de la casa rondase el silencio característico de mi pieza.
Acepto con toda libertad que alguien piense que esto es simplemente una rabieta de jovencito mimado cuya mayor característica en las lides sociales es la falta de tolerancia hacia lo desconocido; también, que es tan normal como las leyes físicas el sentirse desadaptado en el seno familiar a mis 24 años, cuando ya no se tienen espacios comunes entre los miembros del clan.
Pero no es plata (en serio, si me ayudan a organizarlo muy bien, puedo hacerlo) lo que me impide salir por la puerta ancha de la casa, sino una extraña sensación de no saber dónde ni qué hacer solo. Es un sentimiento mucho menor que el miedo y nada parecido al cariño, sino todo lo contrario. Una falta de proyecto concreto puede ser, ahora que me detengo a escribirlo. Porque si hay algo en lo que puedo descansar en mi casa y con mi familia es la idea de que hay un rumbo en las acciones, o sea, la partida de nosotros, sus hijos.
Una de las desventajas de ser elitista, en el amplio sentido de la palabra, con los amigos es que pasas muchas noches de sábado solo sin nada que hacer y a veces con ganas de salir. Tengo que "trabajar" en muchas notas pendientes que la responsabilidad del tiempo me exige, por lo que esta tarde espero quedarme en casa. Por ahora, un biddi sin prender en mi boca y John Coltrane en el audio suplen cualquier dolor metafísico que los días de Agosto suelen provocarme.
4 comentarios:
QUE GRAN COMENTARIO.
De verdad que, leyéndolo, me empecé a cuestionar y a dar cuenta que estoy en las mismas que tú.
Querer arrancar, pero no saber hacia dónde....
Un gran abrazo, maestro y amigo.
Creo que he (hemos) llegado a esa instancia de la vida en que me (nos) pongo (ponemos) a cuestionar cual es el proyecto de vida que tengo (tenemos) por delante.
La idea de irse, desligarse del seno familiar, de tener mi (nuestro)propio espacio se hace más frecuente.
Hay algo que retiene la partida, hasta cuando?
no lo se...
Espero pronto leer más entrevistas y artículas en Gran Santiago!
ya sabes cuál espero...! jjaja
ayer tuve un nefasto desempeño... tragedia griegaa!!!
Bueno, yo pienso darme una vuelta por el mundo.
Alguien se anima?
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