
Fue de esos sueños en los que uno reacciona, o sintió haber hecho lo correcto.
En un parque, mezcla del Intercomunal con el O´Higgins, se realizaba el funeral masivo de un ex Presidente o dos. Si bien había gente de la universidad, la mayoría de las personas que conocía, entre los miles que estaban, eran de mi colegio. Todos juntos, compañeros de básica y media, se encontraban en un costado del parque ajenos a lo que sucedía, jugando con una pelota que le habían quitado a un niño.
Al llegar, comienza el webeo, y se aparecen todos los fantasmas necesarios para entender que esto fue casi un trauma; que toda esa etapa, la que algunos añoran hoy, personalmente fue una mierda al menos un par de horas al día.
Años después del colegio, mojado y sentado en un café, le digo a la Carola que si tuviese que hacerme una autocrítica de ese entonces era que nunca fui capaz de crear mi propio mundo, mis circunstancias como lo diría Ortega y Gasset. " pero fue lo que te tocó vivir", me dijo sorpesivamente ella, ganándome esa partida de análisis introspectivo. Pero lo cierto es que dentro del sueño, mientras comezaba la risa y la intolerancia sin sentido, sólo tomé mis cosas y comencé a caminar, pensando "esta vez me voy".
Quizá todo realmente, haya detonado luego de que hace algunos meses, nos reunimos ex compañeros de colegio para vernos. Sentados en el living de la casa de alguien, mientras recordamos momentos divertidos de esa época, aparece uno al cual lo clasificaba como una buena onda de grupo, pero que ahí entendí, era sólo otra expresión de lo más bajo que podemos ser en materia de ayuda humana.
"La universidad,y más aún,el preuniversitario, fueron las instancias donde pude superar la desidia social que fui incubando por años y años de sobreexposición a la estupidez"
La universidad, y más aún, el preuniversitario, fueron las instancias donde pude superar la desidia social que fui incubando por años y años de sobreexposición a la estupidez. Junto a verdaderos amigos, quienes para mi sorpesa habían vivido algo similar, pude construir toda le experiencia vedada en el colegio, necesaria en la Universidad, donde hoy cultivo mis propias circunstancias, eso sí, ya en una franca y extraña despedida.
No sin antes, rescatar y seguir viviendo aún historias con mis amigos, la más reciente, en un increíble bar de otro imperdible ser humano que, irónicamente, me hizo abrir los ojos en esos años de uniforme con corbata y fue el pie inicial de una gran circunstancia, la política.
Ahora, hablamos bajo un cielo de luces y la vida se hace fiesta.
Nosotros, los mortales, esos que tomamos micro y dormimos poco, gritamos la última estrofa de un verso tan agudo como liberador. Entonamos, piscola en mano que todo lo demás es una mierda y que se vive aquí y ahora. Por ese instante, amamos lo imposible y odiamos lo común. Esta noche y las que siguen, repetimos, pueden ser las últimas.
Y es que por más de dos meses, la vida que conocí está dando unos giros que harían vomitar a cualquiera. Sin embargo, esta vez la certeza de la lucidez de mis amigos y la mía, me obligan a quedarme y pedir otra Corona, aunque mañana, como nunca no sepa lo que va a pasar.
1 comentario:
Hola Jaime, creo q ya conversamos sobre el texto
en fin, saludos amigo
(L)
bye
Publicar un comentario