Foto

Freak. La única que llevo es tuya y me has dicho mil veces que no te gusta, que te desfavorece. Me la diste en la plaza que para mí tiene tu nombre. Sentados en la vereda me contaste un domingo en la tarde de febrero que tenías varias. Una buena razón para dármela. A veces he llegado a pensar que si muero, me pierdo o choco, verán esa imagen tuya.

O si alguien husmea mi vieja billetera Maui será algo parecido. Hubo un tiempo en que tu cara compartía espacio con la mitad de una boleta por un café inolvidable; un recibo de redbanc que traía una leyenda para levantar el ánimo y un clip verde en forma de corazón. Hoy sólo sobrevive tu foto.

Tienes la vista fija, el pelo largo y un semblante que jamás te he vuelto a ver. Pero debo reconocer que en este último tiempo el fetiche se la lleva otra, una más coqueta, que juega con el pelo y la mirada. Sabes que siempre insisto preguntando por ella. También por la de la ducha.

Odio los nick con frases romanticonas, con corazones entre medio y que hacen referencias a la pareja. Prefiero esos que se esfuerzan en ser aforismos o denotan un personaje, pero me matan las fotos buenas, las de grupo o medio artísticas. Aunque a veces pecas de tener el primer "mal" salvan tus fotos de infancia y las de lejos.

Escucho: Inside de Moby. Del disco Play