El aún estudiante de periodismo abandona por ahora su singular rutina y canaliza sus fuerzas a diario en lo que él mismo reconoce como "lo más difícil que he tenido en mi vida"
Dice que los horarios indeterminados de salida, que varían desde las 21 hrs a 5am no lo amedrentan. Menos sus compañeros de trabajo, con quienes se lleva bien, sino la doble presión, la de no fallar y saber que esto es lo que hará el resto de su vida, es lo que a veces a Jaime Gallo le disgusta como nada en el mundo.
(saben, me dio lata escribir, no sé si es el estilo o el tema. Estoy bien, creo que opera el ser que siempre sale después de las grandes tareas, por lo que me estoy riendo y disfruto a concho los espacios afuera, con mis amigos, mi familia y mi cuerpo)
Por puro placer
lunes, 9 de enero de 2006
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