
Lomito en mano y separando la boca del trozo de tomate rebelde, ese que tiene la parte dura de arriba, escucho el golpe de la cuchara al cristal del vaso de la paula.
- Y les presento a Jaime, él nos acompaña porque hace su práctica. Bienvenido
Cara de "qué les pasa, qué me miran si sólo es tomate", no hay servilleta a mano para limpiarme el bigote con mayonesa y la guinda la pone la palta, como si supiera que me la voy a comer, se arranca al pantalón.
Buenos todos; su silencio no me hace sospechar de sus sonrisas.
Es que yo pensé que el día comenzaba como el profundo, cuando miré la hora en el equipo y supe que ni volando llegaba a dar la prueba de política. No me acompañaba ni el clima ni el ánimo para remontar todo lo perdido, sin siquiera haber comenzado.
Pero luego de las tareas y las noticias; una de las secretarias me llama y me muesta mi nuevo "escritorio".
En la sala, Shultz y Michael leen el diario
- Prende el computador- Insisten
De protector en la pantalla, aparace una mina borrosa, desnuda y sonriente que destaca su elasticidad sobre una cama
Esa fue la primera bienvenida;
Lo malo fue que la imagen nadie pudo sacarla y las secretarias de enojaron con prensa por tener que ver la foto cada vez que pasaban. Si no hubo sumario, fue porque nos reímos todos juntos con las anécdotas sobre los temporales, los reggeton boys y el cumple sorpresa al que caí por casualidad.
Al despedirme, el símbolo de "victoria" no era precisamente paz y buena onda.
Ahora, me esperan en el ministerio
Con las piernas abiertas
No hay comentarios.:
Publicar un comentario