Recordándote

Dame tu vida, sólo por hoy
Y prometo estar con tu recuerdo
Hasta el fin de una existencia
Más , no deseo tu risa
Sólo tu vida
En mis últimos días
De ser tu hijo


Créeme, te veneraré por siempre
Lucharé por tu ideal
Madre;
Perdóname, no sé lo que hago,
Dime , con tu voz majestuosa
Que todo está bien;
Cobíjame con tus brazos
De huesos,
Con sustancia de cariño
Madre;
Perdóname, por no ser tu niño


Amante de lo ameno, estás mirando
Aquello que yo no veo.
Mujer majestuosa,
Tus largos cabellos
Asemejan mi eternidad
De ser fiel a la promesa
De tus días tristes.


Nadie más te busca
En los sueños de cama
Con aroma a limpio porvenir
Madre,
Apriétame fuerte,
Que hoy estoy solo
Solo frente a mis lágrimas
Y tus manos tenues que calman
Aquel torrente de verdad y odio


Que tu rostro no refleje el dolor
De saber acerca de mi soledad
Sería más bello, soñar
Con el día en que por fin
Pude ser libre
Y te abracé como si todo
Tuviera sentido
Por fin, te dije
Hoy soy otra persona,
Mírame,
Que la alegría no es eterna
Es sólo de momentos
Como éste,
Un momento de ternura.



Basado en el cuadro “Ternura”
Osvaldo Guayasamín.
Pintor Ecuatoriano


Escrito en mayo del 2002.