Por puro placer

lunes, 19 de septiembre de 2005

Detalles

Primero como todo, no hubo nada.
Luego prejuicios
Tapadas de boca
Gestos que marcan de por vida
Amistad
Una lealtad acompañada de buenos consejos
y hasta una canción.

Eras igual a una ex compañera de infancia, pero esa historia, había muerto con el término del colegio; estábamos en igualdad de condiciones a pesar de lo que pensaba.
Sentíamos lo mismo y nos dimos cuenta pronto.
Uno antes que todos. El mismo que te hizo un puesto en la sala, que se reía contigo y con nosotros. Luego, para bien de mi existencia y la de los demás, seríamos grupo.

Compartí junto a tí los momentos de una época confusa y a la vez, fascinante. A tu manera, me diste a entender que no todo era blanco y negro, que se puede sonreír a pesar del dolor y que los días nublados también son buenos. Me heredaste una pasión que para mí era rutina y situaste todos nuestros relatos en un escenario tan propio como lo es hoy para todos.

Eres pilar y te lo ganaste sin que te lo pidiera, porque yo lo quise. Cumples a diario una función que no te corresponde y en ella sobresales como nadie. Siempre ha sido un agrado y un orgullo que desde el primer día de confianza, me abriste las puertas de tu casa, junto a tu familia y tu vida.

Incluso, pude presenciar un acto hermoso: la llegada de un nuevo miembro a tu hogar.

Es tan grandiosa esta historia, que no puede estar exenta de conflictos. Año a año discutimos por algo, solemos tomar posiciones intransables, no escatimamos en tiempo y siempre, siempre, personalmente, creo arrepentirme.

Y lo hago porque has llegado al nivel personal de saber exactamente lo que pienso y lo que haré al respecto. Cuando hablo contigo, no sólo te cuento lo que me pasa, sino que siento que tus palabras serán la confianza hecha sensatez. Te seguí, te sigo y te seguiré más allá de lo que uno puede conocer. Hasta esos días en que nada tenga sentido.

Tu marca son los detalles. Donde nadie se ha dado la molestia o simplemente lo ignora, está eso que te hace única, empática, imposible de perderte y hasta atractiva.
Los detalles lo son todo, en especial, esos que son propios. Consiente de las mañas, nutres el alma con gestos de entrega.

Haces que los lugares comunes sean grandes instituciones. Ya no dan lo mismo las vacaciones, los fines de semanas, las cenas, los días previos a la entrada de clases, los viajes y en especial, los cumpleaños.

Son y espero por años que sigan siendo, la instancia perfecta de comunión de intereses. Ahí he conocido a tus amigos, tus historias incontables y esa parte de tu vivencia que me confirma que me presento ante la persona admirable que eres. Ahora, con aquel amor cuya compañía te ha dado la alegrías que nunca imaginaste y por el que tus ojos brillan día a día.

Esto no lo resuelve. Sólo es una forma válida de contar lo que siento.

En horas de incertidumbre y soledad, los recuerdos son lo único que nos acompañan a modo de guías en la oscuridad. La amistad, me enseñaste, es más que la familia que uno elige, es lo valioso que poseemos por nuestros actos.

Sabes que estaré ahí.
y que me duele
mucho.
Sobre todo, en esta fecha.


Escucho: La risa de los niños en la plaza, tal como lo hacíamos cuando los día era una suma de buenas experiencias.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La Plaza Pedro Valdivia...qué viejo, o sea, cómo pasa el tiempo.
Cuál fue la canción de esta vez?

Ayer fue la celebración doble acá (mia y del tio, aunque yo estaba de colada:P) estuvo buenisima, digna de contar personalmente.

Gracias, en serio. si bien ya pasó te aseguró de no volverá a suceder... espero, o sino ahi si que me sentiré más.
igual latita pero bien

yo tmabién te quiero y muchas gracias pro tus palabras

Alguna vez fueron portada

Seguidores